domingo, 31 de diciembre de 2006

El punto de inflexión

Último día del año, que barbaridad como pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando me tomaba las tradicionales uvas por última vez, pero así es, ha pasado casi, casi, un año... Y este es un buen momento para volver la mirada y ver todo lo que he dejado atrás, todo lo que he vivido, que ha sido mucho, todo lo que he aprendido, que ha sido tanto, tanto, que me ha convertido en una persona, que si bien es la misma, ya nunca será la de antes, ha sido un punto de inflexión en mi vida... En este año he conocido gente fantástica, también he conocido gente que no me gustaba, pero incluso ellos me enseñaron cosas, y he visto lugares interesantes, que nunca creí que me gustarán...

Este año empezaba con muchas espectativas, sabía que tenía que ser un buen año, tenía 26 años, en el año 2006, y además el 26 es mi número favorito, y sí! ha sido un año genial, con todos aquellos ingredientes que lo hacen interesante, ingredientes dulces, ingredientes nuevos, ingredientes picantes, ingredientes éxoticos... con muchos matizes, colores y sabores, sí, ha sido un año genial. La verdad es que hace años que no decía lo mismo por estas fechas, pero incluso ahora veo cuan equivocado estaba... estoy donde estoy, por que he andado esos pasos, por que he cometido esos errores, así que estoy agradecido a todos, a todo lo que me ha ocurrido, a lo que en su día me parecía malo , también.

Vale, ha sido un año de los mejores... pero... ahora viene el 2007... y bueno, mi número de la suerte no es el 27, pero os digo algo, se que este año va a ser mucho mejor, os lo aseguro, no me queda ninguna duda!, y lo se por que no depende de la suerte, depende de mi mismo, y no tengo intención de quedarme mirando como pasa el tiempo, así que, a liarla! y pienso empezar desde el primer minuto!

Sabeis que os quiero... tanto...

FELIZ 2007.

jueves, 28 de diciembre de 2006

Carta a mi princesa

Querida Princesa,

Las palabras no salen con facilidad, cómo trenzarlas para decir lo que se quiere nunca es fácil. Busco una manera de transmitir con ellas la ilusión de tenerte cerca, contagiarte con ellas, de algún modo, con la fantasía de tu presencia, para hacerte enfermar con un amor imposible, el que yo siento, fruto de la ilusión de vivir, y de la fuerza de la inocencia. Me gustaría saber la manera de conquistar eso que de ninguna manera puede ser conquistado, y aún así me emociono en el intento, que por más vueltas que le doy se me antoja en vano. No hay necesidad de explicar lo que siento, ni de agradecer lo que me das, pues de tantas veces repetidas, incluso las palabras más bellas se tornarían en tediosas y aburridas.

En esta carta no te diré más lo que siento, ni lo que quiero, te diré lo que ofrezco, que es todo, todo yo, con todo lo que comporta, sin miedo ninguno, no a esto ninguno, pero con ilusión toda. Entiendo que al ofrecer pido, de una u otra forma, algo que no me puedes dar, y lo entiendo, y lo acepto, pues más allá de estas letras ya no se que más hacer, ni que solución buscar. Con gusto haría las maletas, lo dejaría todo, para acercarme a mi, y poder verte, aunque fuera sin que tú me lo pidieras, en una arriesgada apuesta por hacer posible lo imposible. Pero no, de esta manera no deben ser las cosas, y a la vez que digo esto, las palabras de esperanza se tornan en palabras con un nuevo sentido, un significado que aúna alegría sincera, por tener cerca, aún estando lejos. Una vez escuché en algún sitio, que el amor es ofrecerse todo uno, sin límites, y espera que la persona amada te acepte, con todas sus consecuencias, y eso hago, y sigo haciendo en esta carta, lanzando palabras tan bellas como puedo, a una esperanza sin sentido, y lo sé.

Pero ya está bien de este loco juego cuyo resultado no veo que sea otro que el de cargarte con una carga que ni deseas ni mereces. Te tengo por amiga, y nada más puedo pedir, y de algún modo estás palabras son una despedida, pero nada triste, pues somos lo que siempre hemos sido, y lo que no puedo dejar de ser, tu amigo.

miércoles, 20 de diciembre de 2006

Ilusión, miedo, vida, y sueño.

Hoy me enfrento a mi destino, como cada día, con ilusión y con miedo, palabras que se mezclan con facilidad en un alma joven, que busca un camino hacia lugares que conoce solo a través de los sueños, a lugares que entre bruma y soledad se dibujan en su recuerdo. Pero no me doy por vencido por más que el futuro sea incierto, no buscaré clavos de los que asirme pues la seguridad es mi debilidad, una y otra vez me dejaré llevar a lugares que no conozco, donde encontrarme conmigo una y otra vez, conmigos que son yo y a la vez no. Cuantos problemas me esperan, pues que esperen, pues más los busco yo con ansiedad, problemas que me harán reír, y me harán llorar, ya sea de felicidad o de amargura.

Hoy como cada día me enfrento a ellos, y descubro que la vida es un juego, cuyas pruebas dejo a veces que me superen, pero no me preocupo, ni lo hago ni lo haré pues confianza tengo, y esa es mi religión, que no otra, confiar en mi es todo lo que tengo, y al saberlo más contento me siento.

Hoy como cada día una nueva esperanza nace, pero ya no dejo que se vaya sin decirle adiós, si se tiene que ir, que se vaya, que mañana otra vendrá. Eso es aceptar, entender, comprender, que la vida es un juego, que la vida es un sueño, y los sueños… sueños son…

jueves, 14 de diciembre de 2006

Recuerdos de una rosa

En mi alma el desengaño,
tan grande escarmiento ha hecho,
que huyo de mi provecho,
con el miedo de mi daño.

Lope de Vega

miércoles, 13 de diciembre de 2006

El camino se hace dando pasos

Son las once de la noche, de una fría noche, noche que se repite desde hace ya algunos años, noche en la que paseo, solo, pensando, pensando en ti, pensando en la soledad, soledad en la que me refugio. Cuantas veces he trenzado pensamientos usando esa palabra en algún momento, la he usado a lo largo de distintos años, de distintos lugares, para pensar en diferentes soledades. Ahora las palabras paseo y soledad se mezclan con imágenes de un puerto extranjero, con una carretera toledana, o imágenes de mi añorado hogar… y todas juntas, en mi soledad, me hacen sentir como un loco, o un desheredado, o un desdichado… ¡es que nunca se irá!… quizás es eso, quizás no se tiene que ir, o es que no se puede ir, pues estar solo es estar con uno mismo, y estar con uno mismo es estar con alguien. Si lo sé ya, esa lección la tengo que aprender, pero me cuesta por que no la quiero aprender…miro a otros sitios, y veo a otra gente, ¡que fácil es la vida para ellos! No han tenido que aprender tan dolorosas lecciones para encontrar una alma compartida, para sentirse a gusto en soledad, para tener esa paz que anhelo.

Lo se, yo no he tenido esa suerte, o esa desgracia, yo tengo que aprender aún muchas lecciones, muchas todavía ni las conozco, y a veces pienso que no seré capaz y me rindo antes siquiera de intentarlo, pues me siento mareado, abrumado, me siento débil ante la tarea de llegar a ser quien ya soy, y busco excusas, es tan fácil encontrarlas… pero el camino se hace dando pasos, y aunque a mi no me lo pueda parecer, y por pequeños que sean, son pasitos…

Alguien me enseñó a dar esos pasos, desde naAn que me enseño a pensar, a no dejarme arrastrar y que me dio fuerza para empezar a caminar, a neJa, que me enseñó que las cosas no son blanco o negro, y que me dio un ejemplo de fuerza y humanidad, a saRo, quien me enseñó caminos nuevos, caminos que marcarán mi vida, a seMont con la que los caminos se fueron haciendo uno, con la que he comprendido y aprendido tanto… incluso algo tan importante como lo que es el amor. Amor he sentido por vosotras, por todas, primero uno egoísta, infantil quizás… luego otro sentimiento más puro ha tomado su lugar, un sentimiento de cariño, de amistad… de amor.

A vosotras os doy las gracias… y un beso…